martes, 7 de septiembre de 2010

track 15: HER MORNING ELEGANCE (Oren Lavie)



Poco a poco el negro se hacía mas luminoso, mientras habría los ojos y, por primera vez en mucho tiempo, despertaba con alguien a mi lado.

Hacía mucho frío en mi departamento, pese a que entraba un rayo de luz casi molesto a través de las persianas. Y me agradaba darme cuenta de que mi frío se debía a que alguien me había quitado mi mitad de las frazadas. Al principio me costó caer en cuenta de lo que pasaba, sentía este cuerpo al lado mio y pensaba "aun debo estar soñando". Pero a medida que la luz me dejaba ver mejor y la niebla se me iba de los ojos pude ver mejor.

Elena.

Después de esa fiesta donde abandoné a Antonio para acompañarla a su casa nos habíamos despedido. y a la mañana siguiente había recibido un mensaje de ella en el celular, avisándome que iba a estar el Viernes en la tarde viendo discos en Esperanto, mi local favorito para encontrar lo mejor de bandas que nadie conoce. Aparecí ese Viernes y la encontré sumergida entre muchos de mis artistas favoritos, se veía aun mejor que la ultima vez. pasamos la tarde discutiendo sobre como Mike Patton puede hacer lo que quiera y convertirlo en oro puro, o sobre lo lamentable que es que Porcupine Tree probablemente nunca venga a Chile. Tuve también que defenderme cuando me descubrió mirando un disco de rarezas de HIM, pero tratandose de ella, no me molestaba quedar en ridículo.

Después de ese día Elena se dedicaba a enviarme mensajes diciéndome donde estaría a tal hora en cual lugar, y yo me dedicaba a seguirla y aparecer en esos lugares. Era el pequeño juego que ella habia diseñado para nosotros, y la verdad me encantaba. Persiguiéndola vi muchísimas películas gore en cines que no conocía, me enfermé con tragos de dudosa apariencia en bares que pretendían parecerse a CBGB y descubrí a pintores que no conocía en galerías ocultas del centro. En todas esas ocasiones Elena aparecía de la misma forma, inmersa en el espacio que la rodeaba y absolutamente perdido en el, hasta que me acercaba a ella recibiendo una sonrisa de dientes enormes como saludo. Los días pasaron emborrachandonos entre funciones de cine, revueltos entre vinilos de Patti Smith, Richard Hell y Television y CDs de Nine Inch Nails, Porcupine Tree y Yellow Machinegun. Eramos simplemente felices, sin preguntarnos demasiado de nada (al menos no en voz alta).

Y finalmente, una noche que había decidido no aceptar las invitaciones de Antonio, recibí su último mensaje.
"voy a estar en alrededor de 5 minutos en la puerta de tu edificio".

Ahora la observaba acostada en mi cama mientras Oren Lavie sonaba en la radio que habíamos dejado prendida la noche anterior. Su cuerpo desnudo me hacía notar que todo lo que había visto antes en mi vida había sido una perdida de tiempo. Mis dedos paseándose por sus brazos me hacían ver que existían cosas mas suaves de lo que yo había tocado antes. Incluso el sol parecía tocarla con cuidado, con miedo a hacer mas áspera esa suavidad.

No pude evitar quedarme despierto mirándola con atención hasta que el rayo de sol que entraba por las persianas tocó sus ojos, logrando que de a poco los abriera, con la misma dificultad que tuve yo cuando desperté un rato antes. Al verme sonrió y me pregunto con una sonrisa burlona y nerviosa.
- que??
- Nada. respondí con una sonrisa de oreja a oreja.

Elena se dio vuelta y se pegó a mi, me tapó con las frazadas que me había quitado durante la noche y cerró los ojos. Cuando puse mis brazos alrededor de ella tomó mi mano, la besó y la puso en su estomago. Se pegó un poco mas a mi como diciéndome "aun es demasiado temprano".

En ese momento supe que, viniera lo que viniera, iba a ser capaz de aguantar todo por ella.
Y, al menos en este capítulo, eso era lo mas importante.






No hay comentarios: